Por: Celina Hernández - chernandez@rosario.com - Rosario.com
En el marco de su llegada a Rosario para experimentar un nuevo encuentro con su público, que será el viernes 7 de noviembre a las 20:30 en el Teatro Mateo Booz, Claudio María Domínguez se tomó un tiempo para charlar con Rosario.com y brindar a la gente una guía básica para entender y manejarse mejor en diferentes situaciones de la vida, según sus propios conceptos.
¿Qué tendrá este encuentro que lo diferencie con los anteriores?
- Cada encuentro es único e irrepetible y se viven momentos desde los más profundos hasta los más emotivos. Hablamos sobre la libertad, de la trascendencia, del autoconocimiento, del cese de los conflictos, del goce, del entusiasmo y del coraje para dejar atrás los viejos esquemas de frustraciones y abrazar la posibilidad de empezar hoy mismo una nueva vida, una vida plena y completa que merezca ese nombre.
Con un lenguaje ameno y cotidiano, y al mismo tiempo profundo y emotivo, por medio de preguntas y respuestas que plantean las grandes dudas universales, pero aplicadas especialmente a la espiritualidad práctica y a las relaciones humanas, vamos desarrollando cada encuentro. Se intenta que haya humor porque a veces los dolores humanos llegan a ser muy brutales, pero siempre machacamos en la frase que desde hace milenios cada santo en la Tierra repite: "Somos seres divinos viviendo una experiencia humana".
En épocas tan inestables hablando en todo sentido, ¿qué hacer ante los vaivenes emocionales y a qué se debe la inestabilidad emocional?
- Vivimos en un estado mental de adormecimiento. Nos criaron así. No sabemos quiénes somos ni se nos educó sobre el por qué de estar vivos en un cuerpo en el planeta. Vivimos dormidos hasta que el Ser nos “cachetea” con experiencias dolorosas que nos hacen despertar. Puede ser un episodio de violencia, la muerte de alguien cercano, un accidente o una enfermedad, entre tantas. Son esas situaciones provocadoras, las que nos van despertando. Detrás de cada conflicto hay una enseñanza escondida. Cuando la persona acepta lo que está pasando y comprende que no es lo que pasa sino cómo uno vive lo que pasa, todo comienza a verse desde una perspectiva diferente, con mayor comprensión y menos dolor.
Cuando agobian y saturan las presiones y exigencias del entorno, ¿cómo decir basta?
- Tenemos que aprender a escuchar nuestro cuerpo y nuestros sentimientos. Si dejamos avanzar el estrés, luego nos enfermamos. Hay que saber encontrar el equilibrio en medio de la vorágine cotidiana con sus exigencias. Todos tenemos la capacidad de volver a un estado de paz, que es nuestra esencia, y desde ahí comenzar el día. Sostener durante el día, ese estado de quietud interior que por ejemplo tenemos el primer segundo al despertarnos por la mañana, es la clave para vivir una vida equilibrada porque como siempre decimos no es tanto lo que nos pasa sino la manera en que elegimos afrontar lo que nos pasa.
A veces una persona siente que los otros lo lastiman, lo vuelven loco, lo denigran, se ríen o burlan, pero vos decís que "Nadie puede hacerte infeliz sin tu consentimiento". Entonces, ¿por qué será que "damos el consentimiento" para que eso pase? y ¿cómo hace uno para tener o lograr fortaleza interna para no dejar que las cosas del alrededor o del afuera lo aflijan?
- Ya entregamos la llave de acceso a nuestra vida a los otros durante muchos años, quizás muchas encarnaciones; ya no lo hagamos más. Tenemos que saber valorar el premio de estar vivos, pero vivos en serio, y ya no confundir nunca más una mera supervivencia biológica con una vida total. Hay que dejar de ser actores de reparto de la vida de los demás y asumirnos como protagonistas de nuestra propia vida. Siempre es bueno recordar que detrás de una persona difícil muchas veces hay una vida difícil. La gente actúa como actúa por ignorancia, por carencia de amor, por estar padeciendo. No tenemos que hacernos cargo de la negatividad interna de los demás, por eso es que digo que cuando el otro te señala con el dedo índice, hay otros tres que lo apuntan a él. No hay que tomar las agresiones ajenas como propias, hay que poner el enfoque en cómo responder en lugar de reaccionar ante actitudes como las que mencionás. El verdadero Ser está siempre ahí, agazapado, esperando el momento perfecto para desplegar todo su brillo divino. Solo se trata de respirar y amar, y de salirse de la ilusión.
¿Qué opinás del psicoanálisis?
- Siempre apuesto a que la gente busque libremente lo que le funciona.
Cuando alguien repite una historia y parece encerrado en un círculo vicioso, ¿cómo se sale de eso y se abre por ejemplo a un nuevo amor?
- Primero hay que desarrollar amor internamente. Tener la mejor relación con uno mismo, entonces toda relación nueva, va a ser sana. Si nos relacionamos desde esa carencia interior que demanda y hasta exige ser amado, las relaciones tienden a ser enfermas. A cada instante tenemos el poder de elegir qué preferimos en la vida. Podemos elegir seguir haciendo lo mismo obteniendo los mismos resultados o animarnos a cambiar hacia una vida que se llame vida.
¿Qué sentís vos en cada encuentro con la gente?
- Lo magnífico que toca realmente el corazón, es la emoción de ustedes en cada encuentro. Lo recibo en cada frase, en cada abrazo, la gratitud compartida, la empatía, la profundidad de la búsqueda. Familias enteras que vienen ávidas de compartir lo que les está pasando cuando deciden salirse de la exigencia de la mirada del mundo y ser libres al fin de lo que les impide ser felices. Gracias genios loquitos del alma, por esto, que cada día recién empieza.